La noche del 23 de junio es la más corta del año. Inicio simbólico del verano, siempre ha sido rodeada de un toque de magia que lo ha convertido en una de las fechas más esperadas del calendario. La verbena de Sant Joan es conocida como la noche del fuego y las brujas y todavía hoy, las supersticiones y tradiciones tienen especial protagonismo. Más allá de leyendas, lo que es típico durante la noche de Sant Joan es celebrar una cena con familiares y amigos y comer la tradicional coca, hecha de bizcocho y adornada con fruta confitada, crema o piñones. Para acompañar esta fiesta, el cava, por sus características, es un compañero ideal. Su capacidad de potenciar los sabores y a la vez de refrescar lo hacen un producto versátil y sofisticado.
El cava de Castell d’Or se elabora siguiendo el método tradicional, según el cual la creación de la espuma tiene lugar dentro de cada una de las botellas que reponen|descansan en las cavas durante el periodo de crianza. Un cava de calidad y de proximidad ofrece infinitas opciones de maridaje, que hoy Castell d’Or y el restaurante Petit Cup d’Alió exploran para crear una propuesta única para una noche inolvidable.
Para empezar una cena especial como el de la verbena de Sant Joan, podemos optar por un arroz negro con bacalao como lo que propone el Restaurante Petit Cup d’Alió, maridado con un Cava Brut Nature, ideal con platos con un toque salado.
También podemos escoger un plato veraniego, como un gazpacho o salmorejo que maridaríamos con un Cava Castell d’Or Brut Orgánico. Es fresco y afrutado, ecológico y vegano. El Cava Brut es un gran aliado incluso para aquellos platos más difíciles de maridar con otros vinos.
La coca de Sant Joan es una de las protagonistas indiscutibles de la verbena. Para casar estos postres típicos, podemos optar por un Cava Rosado como el Flama d’Or elaborado con la variedad autóctona Trepat. Encontraremos aromas en fruta roja como fresa y frambuesas. Un cava estructurado que formará un conjunto armónico con la fruta de la coca de Sant Joan.
El Cava Flama d’Or Imperial Reserva con un fin carbónico nos hace una boca espectacular en aromas fruto de los meses de crianza. Podemos reservarlo para la parte final de la comida como colofón final, para disfrutar de la noche más corta y mágica del año con buena compañía y una mesa memorable.